La Guardia Civil ha logrado poner fin a la actividad de una organización criminal que, en los últimos meses, había sembrado el pánico en la provincia de Málaga con una serie de atracos a gasolineras. La banda, compuesta por seis miembros, se especializaba en asaltos rápidos y violentos, utilizando armas de fuego simuladas y cuchillos para intimidar a los empleados de los establecimientos.
El punto de inflexión en la investigación se dio tras un robo en una gasolinera de Rincón de la Victoria, donde los delincuentes lograron sustraer 4.000 euros en cuestión de segundos. La rapidez y precisión con la que operaban los atracadores obligaron a las autoridades a intensificar las pesquisas, que comenzaron en febrero tras incidentes similares en Campillos.
Una estrategia calculada
Los asaltos se producían siempre en horarios de cierre, lo que indicaba una meticulosa planificación por parte de los delincuentes. Según fuentes de la Guardia Civil, la banda actuaba con una coordinación que recordaba a operaciones militares, ejecutando cada robo en menos de un minuto.
Reacción y detención
La operación para desarticular la banda culminó con la detención de los seis integrantes, quienes ya han sido puestos a disposición judicial. La noticia ha generado un suspiro de alivio en Rincón de la Victoria, donde la comunidad había expresado su temor ante la creciente inseguridad.
Un llamado a la prevención
Este caso ha reabierto el debate sobre la seguridad en las gasolineras, especialmente durante horarios nocturnos. Expertos en seguridad recomiendan a los establecimientos reforzar sus medidas de protección y colaborar estrechamente con las fuerzas del orden para prevenir futuros incidentes.
Mientras tanto, la provincia de Málaga respira más tranquila tras la detención de una banda que, por su eficacia y violencia, se había convertido en una verdadera amenaza. Con los responsables bajo custodia, se espera que los tribunales actúen con firmeza para evitar que estos episodios vuelvan a repetirse.