Rocío Calderón denuncia la falta de un elevador hidráulico en los cementerios tras cinco años de promesas incumplidas

Raiola Networks

En el ámbito de la política local, pocas historias exponen tan claramente el contraste entre las promesas institucionales y la realidad como la relatada por Rocío Calderón, portavoz de Izquierda Unida en Rincón de la Victoria. En una declaración pública reciente, Calderón compartió una lucha que, según sus palabras, se ha convertido en una «cuestión de justicia social».

 

La historia que lo inició todo

 

En 2019, Calderón se sensibilizó con la experiencia de una familia del municipio que sufrió un incidente traumático durante el entierro de un ser querido. La falta de un elevador hidráulico en el cementerio casi provoca que el féretro cayera al suelo, agravando el dolor de la familia en un momento ya difícil. Este episodio llevó a la portavoz a presentar una solicitud formal para que el Ayuntamiento adquiriera el equipo, esencial tanto para la dignidad de las ceremonias funerarias como para la salud laboral de los trabajadores que realizan el transporte de los féretros.

 

Sin embargo, y a pesar de la gravedad del problema, la respuesta administrativa ha sido lenta e insatisfactoria. “Desde 2019 que presenté la petición, pasando por 2020, 2021, 2022 y ahora en 2023, he peleado para que los cementerios cuenten con su elevador”, afirma Calderón. Según la edil, se le ha asegurado en repetidas ocasiones que la compra está incluida en los presupuestos, pero las promesas no se han materializado.

 

El coste de las prioridades equivocadas

 

En su declaración, Calderón fue especialmente crítica con la gestión financiera del Ayuntamiento, señalando lo que considera un uso inadecuado de los recursos públicos. «He visto cómo han realizado gastos innecesarios: escobas de 10.000 euros, servilleteros por 18.000, asfaltar 20 metros de calzada para un día por 22.000 euros… pero para el elevador, no», denunció.

 

Este tipo de gastos, asegura, refleja un modelo de gestión en el que las verdaderas necesidades de la ciudadanía quedan relegadas a un segundo plano. Calderón lamenta que, en lugar de garantizar el bienestar y la seguridad de los vecinos, la política en ocasiones «beneficia solo a unos pocos, a los allegados y amigos afines».

Un ejemplo de política local que trasciende

 

El caso del elevador hidráulico pone sobre la mesa una cuestión mayor: el papel de las administraciones locales en la solución de problemas cotidianos y esenciales. En este caso, el debate no gira únicamente en torno a un presupuesto específico, sino al sentido de las prioridades en la gestión pública y a la confianza ciudadana en sus representantes.

 

La portavoz de IU ha anunciado que seguirá insistiendo en la inclusión efectiva del elevador en los presupuestos de 2025, aunque reconoce que su escepticismo es inevitable. «Permítanme que no me lo crea hasta que no lo vea», concluye.

 

Conclusión

 

La historia relatada por Rocío Calderón es un recordatorio de cómo la política debería ser una herramienta para mejorar la vida de las personas. Mientras el debate sobre el elevador hidráulico continúa, queda en el aire una pregunta más amplia: ¿cuántas otras necesidades esenciales están siendo relegadas en favor de intereses menos prioritarios? Solo el tiempo dirá si el Ayuntamiento cumple finalmente con su compromiso o si esta lucha, como muchas otras, quedará atrapada en la maraña de las promesas incumplidas.

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